Por fin comparto en el blog la receta de un pollo al horno tierno, jugoso y sabroso. Admito que el pollo asado era una de mis asignaturas pendientes en la cocina, como me obstinaba en quitarle la piel para disminuir las calorías, no disfrutaba de un asado realmente jugoso. Ya podía agregarle el adobo más rico del mundo que, aunque con buen sabor, siempre me resultaba seco.
Desde hace varios años solo compro el pollo campero criado en semilibertad y alimentado con cereales, dejé de consumir el de las granjas industriales porque me no quiero patrocinar esos métodos de crianza tan crueles. Con el cambio descubrí que si bien la carne del pollo campero es más gustosa, es un poco más dura y firme que la del industrial; al guisarlo o estofarlo tengo que cocinarlo por más tiempo para que quede tierno. Cada vez que preparo un pollo campero al horno, me gusta adicionarle una marinada sencilla con especias, hierbas aromáticas, aceite de oliva y algún ingrediente ácido. Así, además de realzar su sabor, queda más tierno por la acción del ácido del limón que ayuda a ablandar las fibras de la carne.
Aun cuando me encanta el sabor del limón en los asados, no quise exagerar con la cantidad de zumo en la receta porque no deseaba que el pollo tuviera un gusto muy ácido. En este caso opté por agregar la ralladura de la cáscara del limón para conseguir el sabor y el aroma cítrico que tanto me gusta, sin el inconveniente de la excesiva acidez. No olviden que con la ralladura sólo hay que evitar pillar la parte blanca de la cáscara que dejaría un regusto amargo.
El asado lo hice con cuatro muslos y una pechuga completa divida en dos, eran unas piezas medianas con un peso total de 1.200 gramos. Si les apetece preparar la receta, usen sus cortes preferidos y adapten las proporciones de la marinada a la cantidad de pollo que vayan a usar (sin exagerar con el zumo de limón). Recuerden que me pueden encontrar en facebook.
Ingredientes para 4 personas:
Ingredientes para 4 personas:
1 kilo y 200 gramos de pollo campero (4 muslos y una pechuga completa)
3 cucharadas de zumo de limón de cáscara verde (lima)
Ralladura de un limón pequeño o mediano (sin la parte blanca)
Ralladura de un limón pequeño o mediano (sin la parte blanca)
2 cucharadas de aceite de oliva
3 dientes de ajo triturados
2 cucharaditas de hierbas provenzales
1 cucharadita de comino
Sal y pimienta al gusto
3 dientes de ajo triturados
2 cucharaditas de hierbas provenzales
1 cucharadita de comino
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Lavamos el pollo, le quitamos el exceso de grasa que pueda tener sin retirale la piel. En un tazón mezclamos el aceite con el zumo de limón, la ralladura, los ajos, las hierbas y el comino. Sazonamos con sal y pimienta al gusto, yo adicioné 3/4 de cucharadita de sal. Remuevan y prueben la marinada antes de agregarla en el pollo y rectifiquen la sazón a su gusto. Colocamos el pollo en una fuente de vidrio y lo embadurnamos con la marinada, con los dedos la esparcimos muy bien por debajo de la piel de la pechuga y de los muslos. También untamos por dentro de la abertura que hay en medio de las pechugas, así no nos quedarán desabridas. Cubrimos con papel film y dejamos marinar el pollo durante 3 horas en refrigeración.
Sacamos el pollo de refrigeración media hora antes de hornearlo para que pierda frío. Precalentamos el horno a 200 ºC. Colocamos el pollo en una bandeja de hornear con la piel de las pechugas hacia abajo y lo rociamos con la marinada que pueda haber quedado en la fuente de vidrio. Horneamos el pollo por un tiempo aproximado de 60 minutos a 200 ºC. Transcurridos los primeros 30 o 40 minutos (según lo dorado que lo veamos), lo sacamos del horno, le damos la vuelta y lo seguimos asando por 20 minutos o hasta que la piel se vea dorada y crujiente.
Al momento de servir, aprovechamos los jugos y parte de la grasa que ha quedado en la bandeja. Yo he cortado las pechugas en porciones pequeñas y las he embadurnado con esos jugos. No estaban para nada sosas ni secas.
Esta vez acompañé el pollo asado con unas patatas cocidas salteadas con un poco de tomillo y aceite de oliva. A disfrutar!!!
Hasta pronto!!!
Sacamos el pollo de refrigeración media hora antes de hornearlo para que pierda frío. Precalentamos el horno a 200 ºC. Colocamos el pollo en una bandeja de hornear con la piel de las pechugas hacia abajo y lo rociamos con la marinada que pueda haber quedado en la fuente de vidrio. Horneamos el pollo por un tiempo aproximado de 60 minutos a 200 ºC. Transcurridos los primeros 30 o 40 minutos (según lo dorado que lo veamos), lo sacamos del horno, le damos la vuelta y lo seguimos asando por 20 minutos o hasta que la piel se vea dorada y crujiente.
Al momento de servir, aprovechamos los jugos y parte de la grasa que ha quedado en la bandeja. Yo he cortado las pechugas en porciones pequeñas y las he embadurnado con esos jugos. No estaban para nada sosas ni secas.
Esta vez acompañé el pollo asado con unas patatas cocidas salteadas con un poco de tomillo y aceite de oliva. A disfrutar!!!
Hasta pronto!!!
Que pinta mas buena tiene este pollo!! las hierbas provenzales le quedan de lujo!! bs.
ResponderEliminarQue bueno tiene que estar, un plato perfecto!!
ResponderEliminarUn beso
Este pollo tiene una pinta espectacular!
ResponderEliminarbs!
Que rico se ve ese pollo besitos
ResponderEliminarSe ve de buen sabor el pollo y fácil de hacer... Muchas gracias por tus excelentes recetas.
ResponderEliminarGracias, Silvia! Eres muy amable.
EliminarSe hace agua la boca!! Voy a probar hacer esta receta porque de verdad se ve bueno.
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